La Inmaculada Concepción
Patrona del arma de infantería

Es la Inmaculada Concepción la patrona del arma de infantería española. Así es desde que el 12 de noviembre de 1892, la reina regente María Cristina de Habsburgo Lorena (madre de Alfonso XIII), declarara formalmente su patronazgo sobre la infantería española. No obstante la Inmaculada Concepción de manera oficiosa y poco menos que en el campo de batalla fue declarada patrona de los tercios españoles en 1585.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María fue proclamado por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Un dogma es una verdad cierta que no necesita demostración y que hay que aceptarla sin ningún genero de duda ni discusión. El dogma de la Inmaculada Concepción establece que la Virgen María fue concebida sin pecado original desde el mismo momento de su concepción en el vientre de su madre. Ello fue posible gracias a una especial gracia divina ya que estaba llamada a ser la madre de Jesús.

El dogma de la Inmaculada Concepción estuvo sobre la mesa de los teologos desde casi el mismo momento de la creación del corpus católico, pero tuvieron que pasar cerca de veinte siglos para que el mismo fuera proclamado oficialmente en 1854.

El patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre la infantería española, tiene su origen en las guerras que los rebeldes de los Países Bajos sostuvieron con la España imperial de Felipe II (las llamadas guerras de Flandes). El 8 de diciembre de 1585, el tercio viejo de Zamora (conocido también como tercio de Bobadilla) que estaba compuesto por aproximadamente 5000 hombres se hicieron fuertes en la isla de Bommel-Países Bajos. El comandante rebelde Felipe de Hohenloe-Neunstein, conde de Holac, que comandaba un numeroso ejercito y diez navíos rodearon la isla dejando a los tercios españoles sin posibilidad de retirarse a ninguna parte. El comandante holandés ofreció a los españoles la opción de rendirse, pero su maestre de campo, Francisco Arias de Bobadilla (* Torrejón de Velasco-Madrid 1541 † Madrid 20-01-1610) rechazó la oferta, dando por respuesta: Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos.

Las tropas de los Estados Generales de los Países Bajos atacaron a las tropas españolas pero no consiguieron doblegar la tenaz resistencia de los españoles, es por ello que decidieron abrir las compuertas de las esclusas del río Mosa e inundaron el terreno donde se defendían los españoles, viéndose estos obligados a refugiarse en un pequeño monte o altura llamado Empel, hoy Bolduque. Los españoles, cansados, muchos heridos y con falta de víveres decidieron atrincherarse en los altos de Empel a la espera del ataque definitivo. Se encomendaron a la Virgen María en lo que parecía iban a ser los últimos momentos de sus vidas.

Mientras abrían trincheras un soldado encontró una tabla con una pintura de la Virgen María lo que rápidamente fue interpretado como un hecho milagroso y mas cuando esa misma noche un frío terrible sacudió todo el campo hasta el punto que las aguas que rodeaban Empel se helaron y los navíos enemigos tuvieran que retirarse para no quedar atrapados en el hielo. Los españoles aprovecharon la ocasión y pasaron sobre las aguas heladas lanzándose al ataque contra el enemigo que no esperaban visita en una noche tan helada como hacía años no se recordaba. Consiguieron derrotar al enemigo, se hicieron con el control de las barcas y las destruyeron, consiguiendo una victoria total en una situación que horas antes se mostraba totalmente adversa. El jefe rebelde cuando tuvo conocimiento de la actuación exclamó Tal parece que Dios es español. Sobre el mismo campo de batalla, la Virgen Inmaculada fue proclamada patrona de los tercios de Flandes e Italia y como tal era impetrada de manera oficiosa en los campos de batalla españoles.

Al hecho de que el fuerte frío que originó que las aguas del río Mosa se helasen se le conoce popularmente como el milagro de Empel. El día de la Inmaculada fue establecido el día 8 de diciembre y en esa misma fecha el arma de infantería festeja a su patrona. El que suscribe estas líneas realizó su servicio militar obligatorio en el arma de infantería: Regimiento de infantería Teruel nº 48, de guarnición en Ibiza-Baleares, pero eso es otra historia y yo no estuve en Empel.