Catedrales de España
Catedral de El Burgo de Osma

Introducción

Nombre: Santa Iglesia Catedral de la Asunción de Nuestra Señora
Ubicación: El Burgo de Osma (Soria). Comunidad Autónoma de Castilla y León. En la comarca de Tierras del Burgo
Es cabeza de partido judicial y sede episcopal. Diócesis de Osma-Soria (oxomense-soriana)
Comparte titularidad catedralicia con la concatedral de san Pedro en Soria desde 1959
Catedral declarada Monumento Nacional en 1931
El Burgo de Osma fue declarada en 1993 Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico Artístico
A orillas del río Ucero y Abión
La antigua Uxama Argaela
Gentilicio: oxomenses o burgenses

Historia

Los orígenes de Osma se remontan a la tribu celtíbera de los arevacos que la denominaron Uxama al igual que los romanos que le dieron categoría de "civitas" (ciudad) . Esta población trocaría en Oxoma con los visigodos y en Waxima con los musulmanes. Con la reconquista cristiana de la zona, y frente a ella se levantó un burgo o barrio dependiente de ella, que se conocería como el Burgo de Osma y que acabaría absorbiendo a su villa madre al construirse en ella la Catedral y convertirse en el eje de la vida comercial, administrativa y religiosa.

Aunque la comarca para el 1011 ya estaba libre del poder musulmán, no será hasta el 1085 con la conquista por parte del rey de Castilla y León Alfonso VI, de la ciudad de Toledo, cuando el territorio quede completamente seguro del peligro musulmán. Es por eso que a partir de ese momento comienza la reorganización de la desaparecida diócesis de Oxama creada por los visigodos, para ello el rey y el arzobispo de Toledo Bernardo de Cluny (arzobispo de Toledo entre 1086 y 1124) eligen a Pedro de Bourges, monje cluniacense, como primer obispo de la diócesis a restaurar.

La diócesis de Osma está documentada al menos desde 597 cuando la firma de un obispo de nombre Juan aparece en un documento conciliar, con el titulo de Johannes Oxomensis Episcopus. Era rey de los visigodos, Recaredo (entre 586 y 601).

En 1170 el rey de Castilla Alfonso VIII dicta un Privilegio Real por el cual la villa de El Burgo de Osma adquiere independencia municipal de la villa madre de Osma. Siglos después, en el año 1967 se aprueba un decreto por el cual se fusionan ambos municipios tomando el nombre de El Burgo de Osma-Ciudad de Osma.

Pedro de Bourges (* Bourges-Francia ca. 1040 † Palencia 02-08-1109 / obispo entre 1101 y 1109), también conocido como san Pedro de Osma, fue quien dio comienzo a la construcción de la nueva catedral en estilo románico, sobre los terrenos donde se levantaba el monasterio benedictino de san Miguel en el arrabal del Burgo frente a la villa de Osma. Con la construcción de la catedral en el arrabal, la importancia de Osma iría perdiendo importancia en favor del burgo que ya era conocido como El Burgo de Osma.

Su sucesor Raimundo de Salvelat (obispo entre 1109 y 1125) continúa con la obra catedralicia que avanza muy lentamente, no obstante en 1113 la catedral es consagrada a la Virgen. En 1130 consta que las obras continuaban con extrema lentitud, en 1135 y con la adopción de la regla de san Agustín se hace necesario la construcción del claustro y otras dependencias necesarias para la vida en comunidad, como también la sala capitular construida en un estilo tardo-románico.

De la catedral románica se conservan pocos restos, centrándose en la sala capitular y en el claustro, el resto desapareció al construirse la nueva catedral gótica. El obispo Juan Díaz de Medina (obispo entre 1231 y 1240), también conocido como Juan Domínguez, ante el aumento de la población y la importancia que tomaba la villa al amparo de la tumba de san Pedro de Osma, ordena demoler la antigua catedral y dar comienzo en 1232 de una nueva catedral, que lo será ya en estilo gótico. Su sucesor Pedro Peñafiel (obispo entre 1241 y 1246) continuó con las obras completándose la mayoría de los elementos principales de la catedral. Hacia mediados del siglo XIV con el obispo Bernabé (obispo entre 1329 y 1351) se consideró que las obras de la catedral habían quedado finalizadas.

San Pedro de Osma de joven dedicó su vida al mundo de las armas, pero pronto lo abandonó para ingresar como monje en la orden de Cluny. Llamado a España por los superiores de la orden con el fin de ayudar a introducir la reforma cluniacense en la península, pronto destacó por su religiosidad y bien hacer, por lo que el rey Alfonso VI le nombró en 1101 obispo de Osma con el encargo de restaurar la diócesis. Este cumplió a la perfección el encargo, en 1109 marchó a Toledo donde el rey se encontraba agonizante; muerto el monarca lo acompañó hasta Sahagún (León) donde quiso ser enterrado y de vuelta nuestro santo hacia su diócesis, falleció de peste en la ciudad de Palencia el día 2 de agosto de 1109. Desde esta ciudad sería trasladado hasta la catedral que él había levantado.

Otro santo ligado a la Catedral de El Burgo de Osma fue santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los dominicos. Domingo de Guzmán (* Caleruega-Burgos 1170 † Bolonia-Italia 1221), fue hacia 1190 canónigo de la catedral de El Burgo de Osma por lo que es bastante frecuente que encontremos altares, capillas, tallas o tradiciones ligadas a la figura de este santo en nuestra catedral.

Características

La primera catedral de El Burgo de Osma tuvo sus inicios a principios del siglo XII y era de estilo románico, sustituida por otra gótica en el segundo tercio del siglo XIII, y ampliamente reformada en el siglo XVIII en la cabecera de la misma. De la construcción románica solo quedan escasos vestigios en el claustro y la antigua sala capitular. El claustro románico de transición al gótico sería sustituido en el siglo XVI por el actual gótico florido. También en este siglo se construyó la capilla de Santiago a los pies del templo.

La actual catedral es de planta de cruz latina, con tres naves de cinco tramos, más dos tramos que ocupan uno de ellos la nave del crucero y un segundo tramo previo a la capilla mayor. En su construcción original la cabecera estaba formada por cinco ábsides, en el siglo XVIII los tres ábsides centrales fueron derribados y en su lugar se construyó una girola que serviría de unión a la sacristía mayor y a la capilla del Venerable Palafox que se encuentra en el vértice de la girola. Los dos ábsides de los extremos todavía permanecen como capillas pero completamente desdibujadas de su forma original. La catedral está realizada con sillería de piedra caliza.

La conformación de la cabecera tiene como eje principal la capilla del Venerable Palafox situada en el vértice de la girola. Esta capilla contaba con el apoyo decidido del rey Carlos III de Borbón, por lo que no es de extrañar que muchos de los mejores arquitectos y artistas de la corte madrileña trabajaran en las obras de la capilla y por ampliación, en la girola y en la sacristía mayor.

Portada de San Miguel o Puerta de los moros En la fachada occidental, a los pies del templo. Sobre un pequeño zócalo se alzan cuatro arquerías ciegas trilobuladas ornamentadas con decoración vegetal estilizada. Estas arquerías sirven de apoyo a las jambas que debían contener esculturas de las que carece. Unos doseletes góticos adornados con follajes en la parte superior, y sobre ellos descansan las tres arquivoltas de los arcos de la portada. Cada una de las arquivoltas se decoran con ocho, diez y doce pequeñas esculturas desde el interior al exterior. La rosca exterior que hace de guardapolvos está decorada vegetalmente. El tímpano es liso y en él se ha abierto un óculo que a modo de rosetón centra el mismo.

La portada se encuentra encajada en una posición muy forzada entre la base de la torre campanario y la capilla de Santiago, quedando la portada muy deslucida. En la actualidad presenta síntomas de abandono.

Portada de la Capiscolía llamada así por encontrarse frente a la casa que era de esta dignidad eclesiástica. Situada en la fachada sur del templo, la portada ocupa espacio entre la capilla de la Santa Cruz a la derecha, y la sacristía de la capilla de Santiago a la izquierda. Dispone de un amplio atrio de entrada al aire libre protegido por una reja metálica sobre una base de piedra. Actualmente es la usada para las visitas turísticas.

Formada por dos arquivoltas apuntadas molduradas que descansan en una imposta acodada. La rosca exterior o guardapolvos está decorada con elementos vegetales de hojarasca y ángeles. Sobre la cubierta de la portada se levantan botareles góticos con escudos del obispo Alfonso de Ulloa Fonseca y Quijada (* Toro-Zamora 1422 † Abadía de Santa María Real de Párraces-Segovia 1505 / obispo entre 1493 y 1505). La imposta en la que descansan las arquivoltas lo hacen a su vez sobre dos sencillas columnas que apean en un alto y desproporcionado zócalo. Los capiteles de la portada se adornan con decoración vegetal mientras que el guardapolvos lo hace en ménsulas con las representaciones zoomorfas de san Marcos (león) y san Lucas (toro) a izquierda y derecha respectivamente.

Portada meridional Situada en el muro sur de la nave del crucero, es la principal de la catedral. Fue levantada durante el pontificado del obispo Agustín (obispo entre 1261 y 1286) hacia finales del siglo XIII.

La portada se encuentra protegida por un gran arco de medio punto con bóveda acasetonada decorada con florones en el intradós, realizada a iniciativa del obispo Enrique Enríquez Manrique († Plasencia-Cáceres 22-01-1622 / obispo entre 1603 y 1610). Por encima de esta gran arcada una tribuna abalaustrada toda ella en piedra que tapa parcialmente un rosetón. En la fachada podemos ver el escudo de armas del obispo Enrique Enríquez, uno situado en el centro de la tribuna y otros dos más pequeños en las enjutas que forman el arco. Los trabajos fueron realizados hacia 1606 por el maestro cantero Domingo de Cerecedo Pierredonda, según trazas del cantabro Andrés Gil Marrón.

La puerta adintelada se enmarca en un arco apuntado formado por tres arquivoltas que apoyan en jambas en forma de hornacinas situadas en dos niveles. El nivel inferior formado por un conjunto de arquerías ciegas que se rematan por arcos trilobulados alzados sobre un podio. Este conjunto sirve de peana a las esculturas que podemos encontrar en el nivel superior. Las hornacinas del nivel superior están ocupadas por seis esculturas, las del lado izquierdo, Moisés, el arcángel san Gabriel y la Virgen María, en el lado derecho, la reina de Saba, el rey Salomón y Judit, esta última de fecha posterior pues es talla del siglo XV.


Moisés es reconocible por los cuernos, mala traducción de Videbant faciem Moysi esse cornutam y que representa los destellos de luz que salían de su frente después de ver a Yhavé. Además Moisés lleva las tablas de la ley y un gran cetro en forma de columna en cuya parte superior se dispone un dragón alado. Las dos figuras restantes el arcángel san Gabriel y la Virgen María forman ambas figuras una Anunciación, el ángel levanta la mano en dirección a la virgen. El hecho de tener la mano levantada es como se representaba en la edad media que el ángel está hablando. La Virgen lleva un libro en sus manos, pues según los evangelios en el momento de la aparición del ángel la Virgen se encontraba leyendo.

En el otro lado vemos a Salomón con corona y cetro que lleva sujeto con la mano derecha mientras lo apoya en su hombro. La reina de Saba también con corona gira su cabeza en dirección a Salomón.

En el friso donde se apoya el tímpano vemos una escena historiada con la representación de la Dormición de la Virgen y la Asunción a los cielos. La representación de la muerte de la Virgen es la llamada Koimesis en el mundo cristiano oriental mientras que en mundo occidental recibe el nombre de la Dormitio o Dormición de la Virgen.

La escena está centrada por la cama donde se encuentra la Virgen y junto a ella un ángel que le anuncia su próxima muerte. Está rodeada por los doce apóstoles, seis en la cabecera y seis en los pies. De ellos solo son reconocibles cuatro: san Pedro, san Pablo, san Juan y santo Tomás que lleva el cíngulo que le dejó María. Dos de los apóstoles se encuentran sentados porque dado el espacio no cabían de pie. En un nivel superior por encima del lecho de la Virgen dos ángeles llevan a María a los cielos con un cendal (tela de lino semitransparente).

Las tres arquivoltas apuntadas están ocupadas en el nivel interior por doce pequeñas esculturas que representan a los bienaventurados, portan libros e instrumentos litúrgicos. La segunda arquivolta está ocupada por catorce figuras de ancianos tocando instrumentos musicales (los ancianos del Apocalipsis). La arquivolta exterior está ocupada por catorce figuras de ángeles. La rosca exterior o guardapolvos, se decora con ornamentación vegetal y un repertorio del bestiario infernal.

El tímpano está ocupado por un jarrón de azucenas realizado en 1885 con poco acierto. Con anterioridad este espacio tenía una pintura mural del juicio final realizada a finales del siglo XV. Sin embargo se cree que el tímpano debió representar originalmente una escena de la Coronación de la Virgen, ya que esta sería la consecuencia lógica de la escena del friso con la dormición de la Virgen que se encuentra en la parte inferior.

La puerta dispone de una columna parteluz con una figura del Salvador colocada en 1482 en tiempos del cardenal Mendoza que fue administrador apostólico de la diócesis, cuyo escudo figura en la base de apoyo. Antes debió tener una figura de la Virgen María con el Niño o a san Pedro de Osma, en el primer caso por tratar toda la iconografía de la portada a la Virgen María, en el segundo caso por ser el restaurador de la diócesis y su primer obispo.

Interior de la catedral En origen la cabecera estaba formado por cinco ábsides semicirculares, en el siglo XVIII se suprimieron los dos más cercanos al altar mayor y se construyó una girola que ponía en comunicación una nueva sacristía mayor y la capilla del venerable Palafox según un plan preestablecido que supuso la modificación total de la cabecera del templo. Las dos capillas suprimidas estaban dedicadas a san Pedro y san Pablo en el lado del evangelio y a san Juan en el lado de la epístola. La girola de estilo neoclásico es obra del maestro Ángel Vicente Ubón (* Valladolid 1728 † El Burgo de Osma 18-08-1778) realizada hacia 1774 bajo el obispado de Bernardo Antonio Calderón Lázaro (* 09-11-1711 † El Burgo de Osma 15-10-1786 / obispo entre 1764 y 1786).

La reforma de la cabecera de la catedral, se enmarcaba en un plan general perfectamente planificado, en primer lugar debía construirse una nueva sacristía, para posteriormente construir la girola y la capilla del venerable Palafox también llamada de la Inmaculada. Esta reforma fue impulsada por el obispo Bernardo Calderón con el decidido apoyo del rey Carlos III que tenía especial interés en construir una capilla en honor al venerable Juan de Palafox a quien querían hacer santo, cosa que al final no ocurrió. La girola, la capilla del venerable Palafox y la sacristía mayor se construyeron sobre el lugar que ocupaba la antigua casa consistorial de El Burgo de Osma.

Los retablos que disponían los ábsides desaparecidos, fueron ubicados en los muros de la girola, y actualmente lucen en sus muros, de una manera un tanto extraños por su curiosa ubicación y su total falta de contextualización.

La planta de la catedral se ordena en tres naves, crucero y nave de transepto. La nave central se distribuye en tramos rectangulares mientras que en las naves laterales los tramos son cuadrados. Las naves se cubren con bóvedas de crucería que apoyan en pilares con cuatro columnas adosadas. Los capiteles se decoran con elementos vegetales muy sencillos como suele ser norma del Cister. En cada uno de los tramos encontramos una clave de bóveda con decoración historiada, destacando la clave del cuarto tramo con una figura de un Calvario en el centro y otras tantas rodeando la central en cada uno de los nervios, estas últimas con los animales simbólicos de los cuatro evangelistas. Solo tres capillas se cubren con bóvedas estrelladas: la de santa Teresa, la Santa Cruz y la de Santiago, todas ellas en el lado de la epístola.

Cerca de la capilla mayor podemos encontrar un púlpito gótico en mármol blanco y base poligonal, realizado a expensas del cardenal primado de Toledo Pedro González de Mendoza (* Guadalajara 03-05-1428 † Guadalajara 11-01-1495) con relieves de san Jorge, de la Virgen María, de santa Elena y del propio cardenal Mendoza. Realizado hacia 1482 por algún artista de la escuela de Simón de Colonia. El tornavoz lleva un bajorrelieve con el escudo del obispo Pedro Álvarez de Acosta (* Alpedrinha-Portugal 1484 † El Burgo de Osma 20-02-1563 / obispo entre 1539 y 1563).

Capilla de la Resurrección Situada en la nave del evangelio junto a la puerta de salida al claustro. Antes se llamaba capilla de la Visitación. Realizada por el cantero Horencio en 1468 y reformada en 1534 por Pedro de la Piedra. El techo se cubre con bóveda de crucería simple. Se cierra por una reja plateresca de Jerónimo de la Mota del año 1573. El retablo barroco de 1742 es obra de Francisco Forcada Delicado (* El Burgo de Osma 21-02-1701 † 26-10-1762), está centrado por la figura de Cristo Resucitado realizado hacia 1570 por Juan de Juni (* Francia 1506 † Valladolid 10-04-1577).

Capilla de san Agustín antes conocida como de san Bartolomé. En ella encontramos un retablo barroco realizado entre 1741 y 1742 por el maestro Francisco Forcada Delicado (* El Burgo de Osma 21-02-1701 † 26-10-1762) en cuyo centro se encuentra una talla de san Agustín, flanqueando al santo de Hipona, en sendas hornacinas una imagen de santo Tomás de Villanueva a la izquierda y san Jerónimo a la derecha. En el ático la figura de san Bartolomé, antiguo titular de la capilla. La reja es obra de principios del siglo XVI forjada por Guillermo de la Mota.

Capilla de santo Domingo antes de san Ildefonso. También ha sido conocida como capilla de las reliquias. Cierra la capilla una reja de Miguel Rodríguez realizada en 1517. La capilla fue fundada por el arcediano de Soria, Alfonso Díaz de Palacios cuyo escudo figura en la reja. El retablo es obra de finales del siglo XVIII del italiano Luigi Bernasconi (colaborador de Francisco Sabatini) y está presidida por la figura de santo Domingo de Guzmán.

Hasta 1970 albergó el retablo de san Ildefonso, pero en esta fecha fue trasladado a una de las capillas del claustro, donde todavía permanece.

Capilla de la Virgen de la Soledad En la actualidad esta capilla ejerce de puesto de información y venta de entradas al turista que visita la catedral. Desde esta capilla y a través de una puerta se entra en el claustro y a través de este y por otra entrada, al interior de la catedral para las visitas turísticas.

Capilla de San Pedro de Osma mediados siglo XVI. Esta capilla se encuentra en el piso superior de la antigua sala capitular que se encuentra en el claustro. Para su acceso se construyó una monumental y artística escalera que se encuentra en el hastial norte del brazo del transepto. Fue costeada por el deán de la catedral, el gomellano Antonio Meléndez de Gumiel (* Gumiel de Izán-Burgos).

El monumental acceso a la capilla y la gran escalera de estilo plateresco español, se encuentra enmarcado por un gran arco apuntado con decoración de casetones en el intradós. Dos gigantescas pero finas columnas renacentistas con fustes decorados de distintos modos, flanquean el arco, estas sostienen una cornisa y un tímpano en cuyo centro se abre un rosetón. Dos pequeños ángeles en el ático simulan sostener la bóveda.


La escalera se articula en dos mesetas, en la superior una triple arquería cerrada por una reja permite el paso al interior de la capilla, el arco central con un frontón triangular en cuyo vértice encontramos un busto de Cristo y flanqueándolo dos medallones con las efigies del papa Paulo III (a la derecha) y del obispo-cardenal Juan García de Loaysa Mendoza (* Talavera de la Reina-Toledo 1478 † Madrid 22-04-1546 / obispo entre 1524 y 1530) (a la izquierda).

En el nivel inferior se encuentra la escalera formada por dos escalinatas de dos tramos, una a cada lado, que se unen en un descansillo con balcón central que unifica un tercer tramo de escalera que desemboca en la arquería de acceso a la capilla. Debajo del balcón y sirviéndolo de sujeción, dos puertas con arcos trilobulados que apoyan en pilares, daban paso al antiguo vestuario de capellanes. En el mainel que separan ambas puertas una inscripción dice: In honorem divi Petri Oxom Antoninus Melendez de Gumiel decanus voto curavit facere. A MDXLI cuya traducción de mi pobre latín podría ser: "En honor a Pedro de Osma, el deán Antonio Meléndez de Gumiel lo hizo en cumplimiento de un voto. Año 1541. En el primer descansillo de la escalera en el interior de sendos nichos avenerados encontramos esculturas de san Lucas y san Juan, tallas atribuidas con reparos a Andrés de Nájera hacia 1526.

Muchos fueron los artistas que trabajaron en esta escalera, atribuyéndosele la autoría de la escalera a un tal Veranga. Ni que decir tiene que el modelo que inspiró esta obra es la escalera dorada de la catedral de Burgos, obra de Diego de Siloé (* Burgos ca. 1495 † Granada 22-10-1563).

Capilla del Santo Cristo del Milagro Conserva la estructura gótica original de 1235, no en balde se corresponde con uno de los antiguos ábsides del lado del evangelio. En origen se encontraba bajo la titularidad de santo Domingo de Guzmán cuyo retablo de 1546 se realizó a expensas del deán Antonio Meléndez de Gumiel, retablo hoy desaparecido. La capilla se cierra por una reja plateresca realizada en 1518 por el maestro rejero Usón, con el escudo del obispo Alonso Enríquez († Medina de Rioseco-Valladolid 28-09-1523 / obispo entre 1506 y 1523).

El nombre de Santo Cristo del Milagro, le viene por una tradición según la cual, un gallo penetró en la catedral posándose sobre la figura del Cristo, uno de los sirvientes del templo tiró una piedra al gallo para espantarlo con tan mala fortuna que le dio al Cristo y de este brotó sangre, esto ocurrió un 21 de diciembre de 1272.

La figura del Cristo, de filiación románica está fechada a finales del siglo XI o principios del XII y se considera de procedencia italiana. A los pies del Cristo encontramos la figura del gallo y la estatua orante en alabastro del deán Antonio Meléndez de Gumiel que costeó el anterior retablo que tenía la capilla y cuya escultura se ha conservado con alguna mutilación a los pies del Cristo. El actual retablo es obra barroca realizado en jaspes por Juan Francisco de Villanova hacia 1714. El retablo está centrado con la figura del Cristo del Milagro, en el sotobanco de mármol jaspeado podemos ver en sus extremos escudos del obispo Andrés de Soto de Lafuente (* Sevilla 1649 † El Burgo de Osma 29-12-1714 / obispo entre 1706 y 1714) promotor del retablo y en el centro del banco una estatua de Cristo yacente de autor anónimo. Cuatro grandes columnas salomónicas enmarcan a Cristo que se encuentra en el interior de una hornacina realizada expresamente para él. En el ático escultura en alabastro de santo Domingo de Guzmán flanqueado por dos ángeles. El retablo fue colocado en la capilla en 1728.

En los laterales de la capilla sepulcros de los obispos Martín Bazán (obispo entre 1188 y 1201) y de Diego de Acebes († El Burgo de Osma 30-12-1207 / obispo entre 1201 y 1207), este último amigo y compañero de santo Domingo de Guzmán.

Santo Domingo de Guzmán cuyo recuerdo es omnipresente en muchos retablos de la catedral, nació en Caleruega-Burgos en 8 de agosto de 1170 y falleció en la ciudad italiana de Bolonia en 6 de agosto de 1221, donde reposan sus restos. Por mediación del obispo de Osma Diego de Acebes, se hizo canónigo regular de Osma de donde le viene su vinculación con la ciudad y la catedral. Santo Domingo fue canonizado en 1243 y fundó la orden de los dominicos.

Capilla del beato Juan de Palafox o de la Inmaculada (capilla del Santísimo) Situada en el vértice de la girola, por detrás de la Capilla Mayor, también es conocida como capilla del venerable Juan de Palafox. Diseño neoclásico de 1770 de los arquitectos Juan de Villanueva (* Madrid 15-09-1739 † Madrid 22-08-1811) y Francesco Sabatini (* Palermo 1721 † Madrid 19-12-1797), obras ejecutadas entre 1772 y 1785 bajo el obispado de Bernardo Antonio Calderón Lázaro (* 09-11-1711 † El Burgo de Osma 15-10-1786 / obispo entre 1764 y 1786) y ejecutadas a pie de obra por el maestro Ángel Vicente Ubón (* Valladolid 1728 † El Burgo de Osma 18-08-1778) y a su muerte continuadas por Luigi Bernasconi en 1779 a instancias de Sabatini. Hay que decir que la obra de Ubón suscitó fuertes críticas por su mala ejecución y Bernasconi tuvo que rehacer gran parte de la obra realizada por Ubón.

Capilla de planta centralizada o circular, vestíbulo de acceso, sacristía, camarín y dos altares situados en el eje menor además del altar mayor que preside la estancia. Construida con jaspes de diversos colores, los estucos de la rotonda que la decoran se atribuyen al estuquista milanés Domingo Brili. Dispone en su parte posterior de un camarín y una sacristía. La planta se cubre con una gran cúpula semicircular con linterna que permite una buena iluminación del interior. La decoración interior se resuelve con guirnaldas, colgantes, florones etc. Los capiteles de las columnas son de bronce dorado.

El Altar Mayor se abre frente a la entrada de la capilla, conserva un retablo neoclásico de jaspes con cuatro columnas corintias. La imagen de la Inmaculada que preside el retablo es obra de 1785 esculpida por el francés Roberto Michel (* Francia 1720 † Madrid 31-01-1786) y fue regalo del rey Carlos III. De Michel son también los leones que encontramos en la fuente de Cibeles de Madrid. Las cuatro estatuas de madera que encontramos en las hornacinas de la rotonda representan a las virtudes cardinales: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templaza, obras del escultor Miguel Gutiérrez.

Los altares laterales están dedicados a las figuras de santo Domingo de Guzmán y a san Pedro de Alcántara, esculturas realizadas por Alfonso Giraldo Bergaz (* Murcia 23-01-1744 † Madrid 19-11-1812), traídas desde El Escorial en 1785. Los frescos del presbiterio están realizados por Mariano Salvador Maella Pérez (* Valencia 21-08-1739 † Madrid 10-05-1819). Tanto la Inmaculada como las esculturas de Santo Domingo y San Pedro de Alcántara fueron instaladas en su emplazamiento en 1786 una vez ya finalizadas las obras de la capilla.

La capilla está dedicada a la memoria del obispo de El Burgo de Osma, Juan de Palafox y Mendoza (* Fitero-Navarra 24-06-1600 † El Burgo de Osma 01-10-1659 / obispo entre 1654 y 1659). Ejerció durante un corto periodo de tiempo el cargo de virrey de Nueva España (1642), además de ocupar un obispado en el actual México, para finalmente recalar en esta población soriana como obispo de la diócesis. Con fama de santidad, la capilla fue levantada ante la certeza que el obispo iba a ser elevado a los altares, finalmente esto no sucedió pero la capilla ya estaba construida. Al final sería beatificado en 2011 por el papa Benedicto XVI. Los restos del beato están enterrados en la capilla. El rey Carlos III concedió a la capilla el titulo de "capilla real" que ostenta, ya que fue el mayor impulsor de intento de santificación del venerable Palafox y siempre mantuvo un especial interés en la capilla.

Sacristía mayor Se construye sobre el lugar donde se encontraba la antigua casa consistorial, pues esta se encontraba adosada a los muros de la catedral. A cambio el obispado llegó a un acuerdo por el cual, ellos se encargaban de la construcción del nuevo ayuntamiento en la actual plaza Mayor.

La sacristía mayor se compone de dos estancias, la antesacristía y la sacristía propiamente dicha. Tiene su acceso en el arranque de la girola por el lado de la epístola, es diseño neoclásico del arquitecto madrileño Juan de Villanueva (* Madrid 15-09-1739 † Madrid 22-08-1811) y ejecutada entre 1770 y 1775 por Ángel Vicente Ubón (* Valladolid 1728 † El Burgo de Osma 18-08-1778). Es una gran sala de planta rectangular terminada en ábside semicircular en cuyo testero encontramos una imagen barroca de la Inmaculada, regalo de Joaquín de Eleta y la Piedra (* El Burgo de Osma 22-07-1707 † Madrid 04-12-1788 / obispo entre 1786 y 1788). Los muros laterales se abren en forma de altos arcosolios entre pilastras corintias de fuste acanalado en cuyo interior encontramos las cajonerías de nogal que guardan las ropas litúrgicas de culto. La embocadura absidial se abre al interior mediante un gran arco triunfal de medio punto y una bóveda de horno nervada en su interior.

La estancia se cubre con bóveda de cañón realizada en ladrillo y yeso decorada con tres frescos alusivos a: san Pedro de Osma, santo Domingo de Guzmán y al venerable Palafox, realizados en 1774 por el pintor Gabriel Juez cuya firma y fecha figura en los mismos. En el primero de ellos santo Domingo de Guzmán está predicando a los albigenses, en el segundo, san Pedro de Osma con el alcaide del castillo de Osma y el tercer fresco con el beato Juan de Palafox en la escena del intento de asesinato hacia su persona.

La pila lavamanos de la sala está realizada en jaspe con incrustaciones de mármol, es obra terminada en 1779 por el maestro Manuel del Val. La mesa central también es de jaspe y fue diseño de Luigi Bernasconi en 1789.

Sobre la Inmaculada que preside la sala, escudo de armas realizado en madera, del mecenas de la obra, el obispo Bernardo Antonio Calderón Lázaro (* 09-11-1711 † El Burgo de Osma 15-10-1786 / obispo entre 1764 y 1786) bajo cuyo pontificado se construyó la sacristía.

Capilla de la Virgen del Espino patrona de El Burgo de Osma. Se corresponde con uno de los cinco ábsides que tenía el templo en su planta original. Este es el situado en el lado de la epístola y en origen era una capilla gótica puesta bajo la advocación de la Resurrección de Cristo y posteriormente también a san Pedro de Osma. Desde el siglo XVII figura al menos con la titulación de la Virgen del Espino. Las rejas que cierran la capilla son dos: la que la separa de la nave central es de Juan Francés en el siglo XVI, y la que la separa de la nave del crucero es de Juan Pascual León, realizada en 1896.

Su actual configuración es barroca del siglo XVIII, formada por un tramo recto y un testero semicircular que se corresponde con el antiguo ábside. El obispo Pedro Clemente de Aróstegui Cañabate (* Villanueva de la Jara-Cuenca 31-05-1680 † El Burgo de Osma 29-08-1760 / obispo entre 1748 y 1760) la transformó a sus expensas cubriéndola con una cúpula semiesférica apoyada en pechinas. En las mismas se colocaron cuatro esculturas de san Miguel, san Gabriel, san Rafael y el Ángel de la Guarda. La cúpula es obra de fray Francisco Raygosa (dominico del convento de san Pablo de Valladolid) que la ejecutó en 1757. En hornacinas abiertas en el tambor de la cúpula encontramos cuatro tallas de santo Domingo de Guzmán, santo Tomás de Villanueva, san Vicente Ferrer y otro santo no identificado. El obispo Clemente de Aróstegui está enterrado en la capilla.

El retablo barroco (siglo XVII) es diseño de Domingo González de Acereda, está formado por un banco, dos cuerpos distribuido en tres calles y ático. El retablo enmarca un frontispicio en cuyo nicho central se encuentra la talla gótica del siglo XIV de autor anónimo de la Virgen del Espino. En el banco pinturas con la aparición de la Virgen en el Espinar y la traslación de su imagen, el resto de las pinturas del retablo son escenas relativas a la vida de la Virgen. En el ático lienzo con la Coronación de la Virgen. En el intradós del gran arco de medio punto que cierra el retablo por su parte superior, tres pinturas de estilo manierista representando: la Asunción de la Virgen, la Santísima Trinidad y la Aparición de la Virgen, pinturas de Martín González (de Valladolid) realizadas hacia 1653.

El camarín de la Virgen se encuentra sobre la antesacristía, ya que el espacio que ocupaba el anterior camarín fue destruido en la reforma de la cabecera para construir la antesacristía que ahora vemos.

Detrás del retablo se descubrieron restos de unas pinturas murales al fresco con temática referida a la Resurrección de Cristo y que debía pertenecer a la anterior advocación de la capilla. Una vez catalogas, restauradas y protegidas han quedado nuevamente ocultas por el retablo que hoy podemos contemplar. En esta capilla fueron depositados los restos de san Pedro de Osma, en un sepulcro hoy conservado en la sala capitular del claustro. Los restos del santo permanecieron en la capilla desde 1258 hasta 1551 en que sus restos que no el sepulcro, fueron trasladados a su actual capilla en esta misma catedral.

La advocación a la Virgen del Espino nace por la milagrosa aparición de una imagen de la Virgen a un pastor que cuidaba un rebaño. La imagen de la Virgen estaba oculta en un espinar y sobre los arbustos se sucedían toda una serie de luces y resplandores que llamaron la atención del pastor, hasta que este descubrió la imagen en el espinar.

Capilla Mayor La capilla mayor se cubre con una bóveda nervada octopartita, por su parte frontal y lateral se cierra por una reja realizada por el maestro rejero Juan Francés, maestro mayor de la catedral de Toledo. Realizada en 1515 en tiempos del obispo Alonso Enríquez († Medina de Rioseco-Valladolid 28-09-1523 / obispo entre 1506 y 1523) cuyas armas lucen en la misma. Remata la reja, una crestería plateresca con una cruz pintada por Manuel Izquierdo. En la reja encontramos dos ambones o púlpitos de hierro realizados en 1521 por Bernardino de Escalante, mientras que las águilas son de 1591.

El retablo mayor es obra en madera realizada entre 1550 y 1554 en estilo renacentista castellano por el francés Juan de Juni (* Francia 1506 † Valladolid 10-04-1577), Juan Picardo (* ca. 1506 † 1558) y como ayudante de este último su yerno Pere Andrés (conocido como Perandres), a iniciativa del obispo Pedro Álvarez de Acosta (* Alpedrinha-Portugal 1484 † El Burgo de Osma 20-02-1563 / obispo entre 1539 y 1563). Se distribuye en zócalo de piedra, tres cuerpos horizontales, tres calles verticales y ático, además de dos extensiones laterales a modo de guardapolvos. El retablo está realizado en madera de roble mientras que las esculturas son de madera de nogal. Se encuentra dorado y estofado. Tiene una altura de algo más de 10 metros. Los dos escultores se dividieron el trabajo, Juan de Juni se encargaría de las tallas del lado del evangelio (izquierda), mientras que Picardo haría lo mismo con el lado de la epístola (derecha).

En el zócalo de piedra sobre el que se levanta el retablo de madera se encuentran escudos del obispo donante. En el primer cuerpo y en el centro encontramos el tabernáculo y junto a él, dos pequeñas figuras de santa Catalina Mártir (Juni) y de otra mártir no identificada. tal vez santa Margarita (Picardo). El tabernáculo de disposición circular semeja una pequeña iglesia de planta circular con cúpula. Arriba del tabernáculo en un nicho cerrado por un arco de medio punto, encontramos la escena de la Dormición de María (tránsito de Nuestra Señora), obra de Picardo. En los intercolumnios flanqueando la escena las figuras de dos apóstoles. El apóstol que lleva la muceta roja se considera es del obispo donante. Flanqueando el arco dos paneles con la escena del abrazo de santa Ana y san Joaquín ante la puerta dorada (la Concepción de María), de Juan de Juni y a la derecha la Anunciación, salida de la mano de Juan Picardo. Bajo el panel del abrazo ante la puerta dorada una figura recostada representa a Jesé y a sus pies una pequeña figura (un niño) representado a David con la cabeza de Goliat; bajo el panel de la Anunciación, la figura recostada representa a Abraham con una pequeña figura que representa a Isaac y que lleva un hatillo de leña para el sacrificio.

Por encima del arco de medio punto, la Asunción de la Virgen a los Cielos (Juni), a la izquierda san Pedro de Osma (Juni) y a la derecha santo Domingo de Guzmán (Picardo). El panel de la izquierda del segundo cuerpo representa el Nacimiento de la Virgen (Juni) y a la derecha la visitación a santa Isabel (Picardo). En el tercer cuerpo, el panel de la izquierda representa la presentación de la Virgen en el templo (Juni) y a la derecha la Circuncisión (Picardo).

En el centro del ático, la Coronación de la Virgen de Juan de Juni; la Virgen se encuentra de rodillas mientas es coronada por Dios Padre y Dios Hijo, mientras el Espíritu Santo en forma de paloma sobrevuela la escena. A la izquierda en el interior de un óvalo, el papa Liberio pone los cimientos de la iglesia de santa María la Mayor de Roma (Juni), a la derecha en otro óvalo, san Ildefonso recibe la casulla de manos de la Virgen María (Picardo). Sobre los óvalos escudos del obispo Álvarez de Acosta promotor del retablo (Juni).

En los paneles laterales del retablo, tres medallones en cada uno de sus lados con bustos de padres de la iglesia griega y latina, rematados por un ángel alanceando a un dragón (a la izquierda) y a la derecha la Virgen María, relieves salidos de la mano de Juan de Juni.

En los muros laterales del presbiterio podemos encontrar dos sepulcros góticos, el primero del obispo Roberto Moya (obispo entre 1440 y 1453) y el segundo del obispo Pedro García de Montoya (* Huete-Cuenca † Aranda de Duero-Burgos 27-12-1474 / obispo entre 1454 y 1474).

Coro El coro situado en el centro de la nave central y ocupando dos tramos del templo, se encuentra cerrada por una reja realizada en 1515 por Juan Francés bajo el pontificado del obispo Alonso Enríquez († Medina de Rioseco-Valladolid 28-09-1523 / obispo entre 1506 y 1523). El remate está formado por una crestería plateresca en cuyo centro podemos contemplar una imagen de la Virgen María. Fue colocada en 1654 por el obispo Juan de Palafox y Mendoza (* Fitero-Navarra 24-06-1600 † El Burgo de Osma 01-10-1659 / obispo entre 1654 y 1659).

La sillería es de madera de nogal, con anterioridad tuvo otros dos hoy desaparecidos, es obra renacentista de Pedro de Palacio y Francisco Rodríguez con ayuda de Tomás de Borja, Julio de Artiaga y Bartolomé de Ávila, según diseño de Sebastián Fernández de 1588. Está formado por 71 sitiales en dos ordenes de asientos y conserva la silla que ocupó Santo Domingo de Guzmán como canónigo y subprior que fue de esta catedral. En la silla episcopal figura el escudo del obispo Francisco Tello de Sandoval.

A ambos lados del coro, dos órganos, el situado en la nave de la epístola es obra del maestro organero Quintín de Mayo realizado entre 1642 y 1651, mientras que el órgano del lado del evangelio es obra de Esteban de San Juan (organero) y Lorenzo Forcada (caja) de 1788.

Capilla de Nuestra Señora del Rosario en el lado de la epístola junto a la puerta sur. Antes conocida como capilla de santa Ana. Fundada por el prior Fernando de Roxas (Rojas) en el siglo XIV, enterrado en el suelo de la capilla. En 1470 la reparó el arcediano de Aza, Álvaro García de San Facundo, abriendo el arco frontero al retablo actual donde esculpió sus armas y las del obispo Pedro García de Montoya (* Huete-Cuenca † Aranda de Duero-Burgos 27-12-1474 / obispo entre 1454 y 1474). En 1534 el maestro cantero Pedro de la Piedra construye la cúpula sin linterna. Se cierra por una reja de 1899 forjada por Juan Pascual León en la que figura el escudo del obispo José María García-Escudero y Ubago (* Badarán-La Rioja 05-02-1847 † Madrid 22-03-1909 / obispo entre 1897 y 1909).

Preside la capilla un retablo churrigueresco, obra de 1708 del arquitecto y escultor Domingo Romero (* 1667 † Soria 01-02-1731), dorado en 1748 por Tomás de la Serna. Distribuido en banco y un piso de tres calles más ático. En el centro del banco y bajo un dosel la figura de la Virgen del Rosario que da nombre a la capilla. En el piso superior el retablo queda centrado por la imagen de la Virgen María con el Niño, flanqueada en sendas hornacinas por san Pascual Bailón a la izquierda y por san Pedro Regalado a la derecha. El ático lo ocupa la talla de santa Ana, madre de la Virgen, acompañada de cuatro ángeles. Las esculturas son tallas del ya citado Domingo Romero, menos la Virgen del Rosario que es de autor anónimo.

Capilla de Santa Teresa en el lado de la epístola, antes capilla de san Antonio de Padua. Fundada por Antonio de San Clemente, arcediano de Soria que falleció en 1500. La capilla se cubre con una bóveda estrellada y se cierra por una reja plateresca dorada realizada por Miguel Rodríguez en el siglo XVI con el escudo del fundador sobre la puerta.

El dorado retablo es obra churrigueresca atribuido a Domingo Romero, encargo del arcediano de Soria, José Castillo hacia 1706. Centra el retablo una talla de hacia 1706 de autor anónimo, de santa Teresa de Jesús, traída desde Italia, mientras que en el tabernáculo podemos hallar a san Antonio de Padua del escultor Tomás de Sierra († 1725) quien la guardaba en su taller en el momento de su muerte.

Capilla de la Santa Cruz En la nave de la epístola, se cubre con una bóveda estrellada de finales del siglo XV en cuya clave central podemos ver el rostro de Jesús. La capilla se cierra por una reja plateresca realizada en 1517 por Miguel Rodríguez. El donante del retablo fue Pedro Martínez Aparicio († 1694), abad de Santa Cruz y canónigo magistral de la catedral.

La preside un retablo barroco realizado en 1694 por Mateo Gómez de los Helgueros y Adrián Gómez, distribuido en dos pisos, tres calles y ático. En el centro del piso inferior encontramos el tabernáculo y flanqueándolo, escudos del donante. En el centro del piso superior un lienzo de santa Elena y el hallazgo de la Santa Cruz, a la izquierda lienzo de santo Domingo de Guzmán y a la derecha de santo Tomás de Aquino, los tres, de la mano del pintor vallisoletano Diego Díez Ferreras de 1694. En el ático una cruz en un juego de luz conocido como transparente. En la cornisa por debajo de la cruz, cuatro ángeles con las alas extendidas (san Miguel, san Gabriel, san Rafael y el Ángel de la Guarda). El retablo fue finalizado en 1694 poco antes de la muerte del donante y el dorado del mismo fue obra de 1699 de Andrés Fuertes, dorador de Sigüenza, corriendo el mismo a expensas del cabildo.

El retablo anterior a este, de estilo plateresco fue vendido a la iglesia de Valdegrulla, despoblado cercano a El Burgo de Osma, pero en la actualidad no se conserva.

Trascoro o Altar de san Miguel Arcángel Retablo estilo renacentista castellano de hacia 1560 dorado y policromado. Realizado a expensas del obispo Pedro Álvarez de Acosta (* Alpedrinha-Portugal 1484 † El Burgo de Osma 20-02-1563 / obispo entre 1539 y 1563) cuyo escudo podemos ver en el mismo. La distribución del mismo es muy sencilla, un sotobanco de piedra y un solo cuerpo dividido en siete calles por ocho columnas renacentistas de diversas formas y características. En la parte superior un frontón triangular. El autor del retablo se desconoce pero se barajan los nombres de Juan de Juni, Juan Picardo o Juan de Artiaga, siendo Juni quien más boletos tiene.

En el centro del sotobanco, escena de María Magdalena penitente, y a ambos lados escudos del obispo Acosta sostenidos por figuras femeninas. Centrando el cuerpo principal, el titular del retablo, un gran san Miguel y a sus pies dos demonios, a ambos lados san Blas y san Nicolás de Bari. Junto a estos últimos bajorrelieves de san Cosme y san Damián (los santos médicos), llevan recipientes con pócimas alusivos a su patronazgo médico. En las calles extremas bajorrelieves de san Jorge a caballo alanceando al dragón (extremo izquierdo) y Santiago matamoros a caballo (extremo derecho). Sobre estos últimos cuatro personajes, medallones con las figuras de los cuatro evangelistas con sus animales simbólicos. En el frontón triangular superior la figura de Dios Padre.

Capilla de Santiago Situada a los pies del templo en su lado de la epístola, es obra realizada entre 1551 y 1553 en estilo renacentista. La capilla se remata hacia el exterior del templo en forma de ábside semicircular. En el muro exterior mirando a la calle bajo el gran escudo del fundador de la capilla se puede leer: Julio II P. Máx. Petrus Sarmiento posuit. MDLI (Julio II papa, Pedro Sarmiento lo puso. 1551). Junto a ella una pequeña sacristía de planta rectangular. Como indica la inscripción antes citada la capilla fue realizada a iniciativa del prior Pedro Sarmiento († 1568) y a sus expensas.

El arco de entrada a la capilla de estilo plateresco, está sustentado por dos atlantes apeados sobre columnas de jaspe. En la base lucen escudos del prior Sarmiento. La capilla se cubre por una bóveda estrellada adornada con combados y pinjantes muy salientes. La capilla sufrió fuertes daños a consecuencia del derrumbamiento de la torre campanario, por lo que en 1768 tuvo que ser restaurada dándole a la capilla su actual aspecto.

El retablo que preside la capilla es obra barroca de hacia 1727, (posterior al prior Sarmiento) realizado por Francisco Forcada Delicado (* El Burgo de Osma 21-02-1701 † 26-10-1762) y dorado por Tomás de la Serna en 1741. El centro del retablo lo ocupa un lienzo de Santiago matamoros montado en un caballo blanco. El tramo recto de la capilla se cubre por una compleja bóveda estrellada mientras que el ábside se cierra por una bóveda de cuarto de esfera.

Torre Campanario A los pies del templo en la nave del evangelio y junto a la puerta de san Miguel. La primera torre que tuvo la catedral se levantó en el siglo XIII, se encontraba sobre la actual capilla de la Virgen del Rosario junto a la puerta meridional, era de estilo gótico, adolecía de una deficiente construcción y para inicios del siglo XVIII se encontraba en estado de ruina, habiendo ya desaparecido para entonces el cuerpo de campanas y el remate de la misma. Hacia 1728 el obispo Jacinto Valledor Presno (* Castropol-Asturias 15-01-1668 † El Burgo de Osma 12-02-1730 / obispo entre 1723 y 1730) ante el estado de deterioro que sufría la torre gótica decidió la construcción de una nueva torre sobre la capilla de San Roque, junto a la puerta de San Miguel. Esta segunda torre se derrumbó por una deficiente construcción en 23 de septiembre de 1734 siendo obispo José Pedro Yáñez-Barnuevo y Fernández de Abarca (obispo entre 1730 y 1735).

Finalmente en 1739 el obispo Pedro Agustín de la Quadra Achiga (* Vizcaya † Burgos 09-09-1750 / obispo entre 1736 y 1744) decidió levantar una nueva y definitiva torre campanario. La nueva torre fue proyectada por el arquitecto José de la Calle, siendo el maestro de obras Domingo Ondategui (* Elgueta-Guipuzcoa 1698 † La Horra-Burgos 11-09-1763). Se colocó la primera piedra en 26 de junio de 1739, en 1752 se había llegado a la altura de la cornisa y en 1754 se había concluido el cuerpo de campanas. A la muerte del obispo de la Quadra este dejó parte de su herencia a las obras de terminación de la torre. El remate de la torre fue diseño nuevo de Juan de Sagarvinaga (* Busturia-Vizcaya 1710 † Salamanca 1797) y como maestro de obras Martín de Beratúa. Finalmente las obras se dieron por finalizadas en 1770.

Como suele ser habitual cada campana recibe un nombre popular, las que aloja el cuerpo de campanas llevan por nombre: "Del Entablao", "La Picotera", "Virgen del Espino", "san Juan Bautista", "La Inmaculada" y la de "san Pedro". La más antigua es de 1539 (Del Entablao), la más moderna de 2011 (Virgen del Espino).

La torre de estilo barroco es una enorme mole de 72 metros de altura, está realizada en piedra sillar, de planta cuadrada y se remata con cúpula, linterna y un apuntado pináculo. Formado por dos cuerpos, en las aristas del cuerpo inferior encontramos unos potentes contrafuertes. La culminación de la torre se resuelve con una cúpula semiesférica que se eleva sobre un tambor circular. Sobre ella se levanta un pináculo que acaba en una cruz y un pararrayos.

A lo alto de la torre se sube en un ascensor interior, en el piso inferior por debajo del cuerpo de campanas se ha instalado un pequeñísimo museo con algunas piezas, destacando dos de ellas: una matraca y la maquinaria incompleta del reloj que se instaló en 1880.

Claustro Adosado al muro norte de la catedral, su estilo se corresponde al gótico florido y fue construido entre 1510 y 1515. A principios del siglo XVI, hacia 1505, se procedió al derribo del anterior claustro románico y a construir uno nuevo bajo el obispado de Alonso Enríquez († Medina de Rioseco-Valladolid 28-09-1523 / obispo entre 1506 y 1523) cuyo escudo encontramos en cada uno de los ángulos del claustro. Antes pudo salvarse una par de ventanas con sus correspondientes capiteles del siglo XII que comunicaban la sala capitular con el claustro.

El claustro adopta planta cuadrangular de 40 metros por panda. Al patio interior que se encuentra cerrado, se abren cinco ventanales góticos por panda con tracerías góticas. Las bóvedas que cierran las pandas son de crucería estrelladas con plementos de ladrillos y claves decorados por escudos prelaciales. Los nervios apoyan en ménsulas que forman parte de una línea de imposta decorada con bolas. En dos de estas ménsulas la decoración es historiada con escenas representadas de la creación de Adán y Eva y la Verónica. Es obra de Juan de la Piedra y su hijo Pedro de la Piedra, interviniendo canteros como Juan de Mudarra y Francisco Mojica en otros.

Del anterior claustro románico pudieron salvarse las dos ventanas que comunicaban el claustro con la antigua sala capitular y que en la actualidad y para su protección se encuentran protegidas por unas armaduras de cristal. Las ventanas formadas por una doble arquería con arcos de medio punto fueron redescubiertas entre 1967 y 1968 ya que solo eran visibles desde el interior de la sala capitular pues al exterior se encontraban tapiadas.

El vano situado a la derecha está formado por un arco de medio punto decorado con ajedrezado, que enmarca dos arcos de medio punto con guardapolvos notablemente decorado, cuyo punto central apoya en un gran capitel que descansa en cuatro columnas torsas, mientras que en cada lateral los capiteles descansan en pares de columnas, una de fuste liso y la otra estriada. El conjunto apoya en un podio que eleva la posición de los ventanales. En la base donde se apoyan los dos arcos sobre el capitel central se puede observar una expresiva cabeza humana con restos de policromía.

El vano situado a la izquierda sigue el mismo modelo que su gemelo de la derecha con la única excepción que el arco exterior en lugar de tener decoración ajedrezada lo es completamente liso.

En el ventanal de la derecha encontramos un total de tres capiteles, el capitel de la derecha tiene representado en su cesta a cuatro arpías con rostro masculino bigotudo, uno de ellas parece morder a un hombre que se encuentra en la arista del capitel. El capitel de la izquierda está poblado por un conjunto de grifos que ocupan las tres caras visibles de la cesta. En resumen los capiteles laterales es un conjunto del bestiario románico.

El capitel de la columna central exenta tiene representada cuatro escenas de la Pasión de Cristo: En la cara frontal la Entrada de Jesús en Jerusalén a lomo de un asno mientras es aclamado por la multitud. Destaca al asno que está dando de mamar a su pollino. La cara de la derecha tiene tallada la ciudad de Jerusalén con gentes asomadas que aclaman la entrada de Jesús. En la cara de la izquierda está representada la Última Cena como institución de la Eucaristía. Vemos a san Juan recostado sobre Jesús y la figura de Judas Iscariote en un nivel inferior que el resto de los Apóstoles. En la cara interior que mira a la sala capitular está representado el Lavatorio como símbolo de la exaltación de la penitencia y el amor al prójimo

En el ventanal de la izquierda volvemos a encontrar tres capiteles: el capitel de la derecha representa en su cara frontal la figura de una cabeza barbada tocada con un bonete y de cuya boca salen dos serpientes aladas, en el cimacio aparecen una serie de cabecillas masculinas con trenzas que se convierten en decoración vegetal. El capitel de la izquierda está ocupado en sus tres caras por un conjunto de grifos, arpías y animales fantásticos de diverso pelaje.

El capitel central está decorado por sus cuatro caras con una serie de escenas que tienen como eje central la Infancia de Cristo: En la cara frontal encontramos la Adoración de los Magos y la Anunciación de María. En la escena de la Anunciación se puede ver al ángel que hinca la rodilla en el suelo en reconocimiento de la soberanía de la Virgen. La escena de la Adoración de los Magos representa el anuncio de la revelación de la Nueva Buena a los gentiles, en ella vemos como uno de los reyes se encuentra arrodillado frente a Jesús Niño. En la cara izquierda se encuentra la continuación de la Adoración de los Magos y además la Adoración a los pastores, como símbolo del anuncio de la Buena Nueva a los pobres. En la cara derecha nos encontramos con la Visitación (el abrazo entre María y su prima Isabel). En la cara que mira al interior de la sala capitular se encuentran las escenas de san José con atuendo de caminante y la Natividad. En esta última escena vemos a la Virgen recostada dando el pecho al Niño mientras es atendida por una partera. También vemos a dos ángeles adorando al Niño y las figuras del asno y al buey.

En las arquivoltas de los arcos, la decoración es tratada a base de ornamentación vegetal entre las que se vislumbran todo un repertorio animalístico fantásticos y reales, motivos geométricos, vegetales, rostros humanos, centauros, arpías, decoración en zig-zag, piñas etc. En la primera dovela de la arquivolta interior vemos a un personaje con aspecto simiesco defecando mientras se lleva las manos a los gluteos para separarlos.

Salas del claustro y museo diocesano Las capillas que habían alrededor del claustro han sido reutilizadas como salas de exposición museística, su advocación original hace tiempo que desaparecieron pero nosotros las vamos a mantener a los solos efectos de mantener su recuerdo.


Antigua sala Capitular de Sancti Spiritus Ya hemos comentado que sobre esta sala se levantó y se levanta la capilla de san Pedro de Osma cuya visita se realiza por el interior de la catedral. Esta sala es la única medianamente en condiciones de considerarse parte del antiguo claustro de transición del románico al gótico (hacia 1200).

De planta cuadrada, formada por tres naves y cubierta con nueve bóvedas protogóticas de crucería simple apoyadas en cuatro columnas exentas centrales. Los capiteles son elementos reaprovechados de la anterior catedral románica, tres de ellos con ornamentación vegetal y el cuarto capitel con una escena de la matanza de los inocentes con diversas figuraciones como la que representa a Herodes dejándose aconsejar por los demonios y a dos madres que beben veneno porque no pueden soportar como matan a sus hijos. Sobre los nervios de la bóveda podemos ver pintadas cabezas de dragones que escupen fuego por sus bocas.

En su interior destaca el sepulcro gótico de san Pedro de Osma, que no sus restos mortales que se encuentran en su capilla desde 1551, situada precisamente en el piso superior de esta sala sapitular. El sepulcro labrado hacia 1260, se encontraba hasta 1894 en la capilla de la Virgen del Espino, luego pasó al ala norte del crucero por decisión del obispo Victoriano Guisasola y Menéndez (entre 1893-1897) para pasar definitivamente en 1967 a la sala capitular. Se da la circunstancia que el construirse el nuevo retablo de la capilla de la Virgen del Espino y trasladarse los restos del santo a su actual capilla, el sepulcro vacío quedó oculto detrás del retablo sufriendo los desperfectos que hoy podemos observar y no fue hasta 1894 cuando se puso en valor y se dejó a la vista de todos.

Según la tradición los restos del santo fueron trasladados por el obispo don Gil (entre 1246-1261) a este sepulcro en 1258 de estilo gótico realizado hacia 1251.

El sarcófago está realizado en piedra caliza policromada (se conserva la policromía original), se apoya en el suelo sobre cuatro leones con cabezas humanas entres sus garras, aunque estas bases no son originales y si modernas. El vaso o caja del sarcófago se decora con bajorrelieves policromados alusivos a la vida y milagros del santo. Tiene una longitud de 2,15 metros x 0,85 metros de ancho y 0,66 de alto.

El orden de lectura de los bajorrelieves del sepulcro es el siguiente:

En el lado izquierdo: escena representando el encuentro del santo con el alcaide de la fortaleza de Osma a quien había excomulgado. El alcaide intenta atentar contra el santo sin conseguirlo y es derribado del caballo mientras unos diablos lo sujetan a tierra. Finalmente el santo le perdona
A los pies: escena representando la curación de un vecino de Langa enfermo. Este es curado al ser alimentado con un pez que el santo había pescado milagrosamente en el río Duero.
En el lateral derecho, una doble escena: la primera la liberación de un clérigo de San Estebán de Gormaz injustamente preso y la segunda la curación de un clérigo endemoniado.
En la cabecera: muerte y traslado de los restos del santo desde Palencia a Osma

Sobre la cubierta, imagen yacente del santo vestido de pontifical. Rodeando todo el perímetro de la cubierta: por la izquierda un grupo de peregrinos, enfermos y tullidos en visita al sepulcro del santo, por el lado derecho un grupo de ángeles que miran al espectador, algunos con filacterias.

Otra sala perteneciente al museo, es una antigua capilla conocida como de san Ildefonso y hoy renombrada como sala del códice, por esta sala se suelen comenzar las visitas a las distintas salas que conforman el museo catedralicio. Esta sala es conocida por tal nombre, porque en ella se guarda el beato de Osma. Un beato es por definición, un libro manuscrito y miniado que recoge los comentarios al Apocalipsis de san Juan que realizó en el siglo VIII el monje Beato de Liebana de quien toma el nombre. El beato que aquí se guarda es conocido como Beato del Burgo de Osma, está fechado en el año 1086 y fue realizado por un monje llamado Petrus y miniado por 72 miniaturas por un tal Martino. El códice está escrito en letra visigótica, y de sus autores poco o nada se sabe. Realizado en pleno románico, es la joya artística de la catedral. Como reproducción icónica del beato, se representa la página en donde figura el mapa mundi de la época.

Antigua capilla de Nuestra Señora de los Ángeles antes conocida de San Agustín. Ocupa espacio en la esquina de las pandas noreste. Hoy día dedicada a sala-museo. Sala rectangular formada por dos naves de cinco tramos, y cubierta con bóvedas de crucería; estas apoyan en cuatro columnas exentas de fuste hexagonal y otras tantas circulares adosadas a los muros. Todos los capiteles se decoran con elementos vegetales. Construida en el siglo XIII a expensas del arcediano Fernando fallecido en 1292.

Antigua capilla de la Inmaculada. Hoy sala museo. Contigua a la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, su puerta se sitúa en la panda norte. Construida en el siglo XVI al mismo tiempo que se construía el claustro, fue muy reformada a finales del siglo XVII ya que sufrió daños en el incendio de la biblioteca.

Antiguo refectorio. Hoy sala museo.

Capilla de la Concepción. Situada en la panda oeste, junto a la torre campanario y junto a la puerta donde hemos entrado al claustro, se aparta un poco de las salas museos. Su interior alberga el retablo de San Ildefonso, obra hispano-flamenca atribuida al Maestro de Osma de hacia 1500 y que originalmente se encontraba en una de las capillas interiores de la catedral (capilla de santo Domingo).

En la predela seis tablas representando a: san Jerónimo penitente, la Virgen María en actitud de oración, Cristo en compañía de dos ángeles, misa de san Gregorio, san Bernardo amamantado por la Virgen y san Estebán. En el piso superior, en la tabla central: imposición de la casulla a san Ildefonso por parte de la Virgen y flanqueándola tabla con la Anunciación (a la izquierda) y la Natividad (a la derecha). Por encima del cuerpo principal cuatro pequeñas tablas: el donante Alfonso Díaz de Palacios (arcediano de Soria), santa Lucía, santa Agueda y un santo dominico sin identificar. En el ático: en el centro Jesús con la cruz a cuestas y ambos lados la Asunción y la Coronación de la Virgen.

Ficha técnica

Fecha de realización página: 3 de diciembre de 2013
Fecha última modificación: 20 de mayo de 2022

Lugares de interés de El Burgo de Osma

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