Adaptado a la orografía del terreno, es de planta ovalada. En su interior la vida se articulaba en el gran patio de armas, en cuyo centro se alzaba la torre del homenaje. La misma estaba rematada con parapetos volados sobre matacanes y la torre asumió uso residencial y de poder feudal. Conserva elementos tanto góticos como renacentistas. Dispone el castillo de torreones de planta circular en los cuales se abren bocas de tiro o troneras para la naciente artillería de fuego de la época. Las torres en la actualidad no disponen de almenas.

El castillo está rodeado de un profundo foso con talud inclinado tallado en la misma roca, lo que aumentaba la altura de sus ya elevados muros. El foso tiene unas medidas de seis metros de profundidad por diez metros de ancho.

Las murallas se adaptan al terreno, varían entre tres y seis metros de altura. Están realizadas en mampostería que se utiliza para los muros mientras que el sillar es utilizado en aquellas partes más importantes o representativos del conjunto. Tiene un perímetro de 209 metros, con trece torreones circulares con troneras de cañón cubiertas en sillar y sillarejo.

Las almenas cuadradas y los cubos desmochados, a la vez que los muros inclinados hacia el exterior, evidencian la adopción del viejo castillo medieval a fortaleza o fuerte equipado para el empleo de armas de fuego.

La enorme puerta de entrada está formada por un arco de medio punto dovelado flanqueada por dos grandes torres cilíndricas con dos cornisas, la superior el doble de gruesa que la inferior. En los cubos, sendos escudos del marqués de Villena, don Juan Pacheco, que restauró el castillo hacia 1446. La entrada al castillo se realizaba a través de un puente levadizo. Hoy día el puente ha desaparecido y se ha sustituido por una pasarela que da acceso al castillo. La primera arcada de entrada que antecede a la puerta lo hace a través de un arco de herradura apoyado en ménsulas, propio de su origen musulmán.

En su interior podíamos encontrar: dos aljibes, caballerizas, horno para cocer, edificios para la guarnición y otras dependencias auxiliares. El mayor de los aljibes se situaba subterráneo en el patio de armas del castillo.

La torre del homenaje (hoy desaparecida) de la que quedan datos suficientes sobre su disposición y características, era de piedra de sillería, de planta cuadrada y más de 33 metros de altura por 9 metros de lado. Compuesta de dos estancias superpuestas y una terraza almenada con matacanes, presentaba al exterior refuerzos macizos y una estructura sobrepuesta esquinada. Al interior se accedía por una escalera exterior que subía hasta el primer piso llamada "sala de los secretos", así llamada por el efecto acústico de su bóveda gótica con nervaduras que permitía escuchar lo dicho en la sala desde cualquier lugar del ángulo opuesto. Sobre esta sala otra sala al parecer con bóveda de cañón a la que se accedía desde el primer piso. Desde el segundo piso por otra escalera se accedía a la terraza de la torre.

Textos de Joaquín Molina Cantos. Tutor Dpto. Historia del Arte de la U.N.E.D de Albacete y de Plácida V. Ballesteros Campos, Prof. Dpto. Arqueología, Prehistoria, Historia Antigua, y Protohistoria de la Península Ibérica de la U.N.E.D de Albacete.