Situada junto al conocido
Patio de los Silos (conjunto de silos para el almacenaje de grano) se levanta esta ermita dependiente
de la
Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel.
La fecha de construcción del edificio se desconoce, pero por su tipología puede fecharse en el siglo XVI, aunque tal atribución no
es compartida por todos. Según autores su promotor sería Bernat Simó, señor de Burjassot
y la fecha de construcción se situaría entre 1573 y 1574. En el siglo XVIII se realizarían reformas que le dan su actual apariencia.
En un primer momento se encontraba bajo la advocación de San Roque, pero en 1604 el arzobispo de Valencia
San Juan de Ribera regaló
una imagen de la Virgen de la Cabeza al templo y pasa a denominarse desde entonces, de la Virgen de la Cabeza y San Roque. Con este
apoyo del arzobispo San Juan de Ribera, la ermita es ampliada configurándose la forma que tiene en la actualidad.
El templo tiene planta rectangular con una sola nave, tres crujías, presbiterio octogonal, cúpula gallonada y
coro elevado a los pies.
Se cubre con bóveda de cañón con lunetos que apoya en pilastras cruciformes adosadas al muro.
En el lado del evangelio encontramos una nave que desemboca en una capilla construida en 1911, es la Capilla de la Comunión. A los pies de esta
nave encontramos la segunda puerta de acceso al templo. La principal se encuentra a los pies del templo recayente al patio de los silos.
La fachada principal o imafronte, es muy sencilla. La forma una puerta adintelada en cuya parte superior podemos ver un
nicho con un panel de azulejos de San Roque. Parece ser que este nicho nunca ha sido ocupado por ninguna imagen. Por encima de este nicho
un ventana formada por un arco rebajado permite la iluminación natural del coro. La única decoración de la fachada es una moldura
que recorre la fachada enmarcando la puerta cuando llega a ella.
Corona la fachada un cuerpo formado por una espadaña que aloja una sola campana. Queda rematada esta fachada por algunos
adornos de bolas y una veleta de hierro realizada en 1946.
Las pinturas que decoran la
cúpula del presbiterio, es lo único que nos queda de la primitiva ermita,
pues sobrevivieron a la invasión napoleónica y a la Guerra Civil de 1936.
Las podemos dividir en dos partes, la cúpula propiamente dicha y las pechinas que la sostiene. En ellas
encontramos cuatro figuras femeninas, prefiguras estas de la
Virgen. Ellas son, Judith, María (hermana de Moises), Esther y Jahel. Tanto unas pinturas como
otras, son de estilo churrigueresco, y aunque parecen no estar hechas con la misma mano, sí
pertenecen a la misma escuela. Esta labor pictórica se la debemos, si no a Vicente López, sí a su
escuela.
Todo el conjunto tiene una gran armonía y es muy destacable la asombrosa sensación de
perspectiva, lograda especialmente en la linterna de la cúpula y que parece prolongarse debido
a su gran realismo.
A
Judith la podemos ver con la cabeza de Holofernes en la mano. A
María tocando el cimbalo o tambor. Esther está representada con un cetro en la mano y por último
Jahel que golpea con un clavo en la cabeza de Sisara.
En los ocho paños de la cúpula encontramos cuatro escenas dedicadas a la vida de la Virgen, e intercaladas otras cuatro
escenas alusivas a la vida de San Roque. Las escenas son las siguientes:
En primer lugar, encontramos al Santo orando de rodillas. San Roque rezaba todas las noches y
rogaba a Dios por los pecados de los hombres, por lo que hay dos inscripciones en las que se
lee PENITENTIA y ORATIO. La escena nos sitúa a San Roque orando en su habitación, en casa de sus
padres, antes de marcharse y emprender su camino de peregrino. Esta afirmación la corroboran
los cortinajes, sombrero y ropa que lleva el santo, propias de una casa de familia adinerada
como lo fueron los Condes de Montpellier.
Frente a esta escena, le vemos rodeado de apestados que le contemplan extasiados y a los que
curaba lavándoles las heridas y haciéndoles sobre la frente la señal de la cruz. En la parte
superior, podemos leer CHARITAS. La caridad, es la raíz del Árbol del Bien (figura del
medallón) de donde nacen todas las virtudes del olvido a si mismo. En el medallón inferior
figura un águila con las alas extendidas, ave de vuelo rápido, de gran prontitud y por lo tanto
activa, como lo fue la vida del Santo que no cesó en su misión de ayudar a los necesitados. En la escena el santo
se encuentra con la mano levantada.
Entre la Visitación y la Asunción, se encuentra San Roque arrodillado y junto a Él, un ángel
alado que lleva en sus manos una cinta "Eris in peste patronus", haciéndole patrón de la peste
y recibiendo así la GRATIA DIVINA como podemos leer.
Y ya por último, San Roque encerrado en su propio castillo por mandato de su tío el Gobernador,
junto a su perro. A este tiempo que permaneció encarcelado (5 años), aluden los instrumentos
de prisión que hay en el medallón superior (argollas, cadenas ...) y junto al que leemos
PATIENTIA, virtud que destacó en Él, junto con el don de la HUMILDAD, inscrita en la parte
inferior. El buey que se encuentra en el medallón es el atributo de la paciencia.
En las cuatro escenas marianas encontramos
la Anunciación, vemos en el interior de un óvalo a la Virgen María y al arcángel San Gabriel que lleva un lirio
en la mano. Por encima de ellos el Espíritu Santo en forma de paloma. En la parte superior del óvalo un filacteria con un texto
en latín.
La escena de la Visitación representa el abrazo de María e Isabel, en la parte superior un filacteria que dice "Turris Davitica"
que se puede traducir "como la torre de David".
En la Inmaculada Concepción la Virgen pisa a la serpiente mientras que sobre su cabeza vuela el Espíritu Santo en forma de paloma.
La Asunción de la Virgen a los cielos está rodeada por una gloria de ángeles entre nubes. La Virgen lleva doce estrellas por corona. En las
filacterias figura escrito "Electaut sol" (como un sol) y Pulcrha ut luna (bella como la luna).
En la capilla junto al presbiterio podemos encontrar el sarcófago en mármol blanco del obispo Francisco
Muñoz (1868-1930). Se trata de una escultura yacente
con ropa de obispo, pontifical y báculo. El sarcófago tiene
una inscripción lapidaria que dice:
Nacido en Burjassot el 28 de abril de 1868. Colegial del Colegio Mayor de la Presentación y Santo Tomás de Villanueva. Vicerrector y Catedrático
de la Universidad Pontificia, Beneficiado del Salvador de Valencia, Secretario de cámara de los obispos de Urgel, Jaén y Barcelona, Canónigo, siempre
Fidelis Servus et prudens. Pro capellán mayor de SM, Patriarca de las Indias Occidentales y Vicario General de los ejércitos en 25 de diciembre
de 1925, senador del Reino, Consejero de Estado, Conde del S.R. Imperio, Asistente al Solio Pontificio, Gran Cruz de Beneficencia. Reorganizó con celo al
clero castrense. En prueba de amor a su pueblo legó en su favor los bienes que poseía fundando una institución benéfica docente que lleva su
nombre, quiso que sus restos mortales descansaran cabe el altar de la Santísima Virgen de la Cabeza de quien era devotísimo hijo. Murió santamente
el 11 de Abril de 1930. REQUIESCAT IN PACE.
Los altares de las capillas laterales se encuentran bajo las siguientes advocaciones: la Virgen del Perpetuo Socorro y San Antonio de Padua en la
nave del evangelio y San Roque y Cristo de la Expiación en la nave de la epístola.
Capilla de la Virgen del Perpetuo Socorro
Con un retablo barroco y columnas salomónicas en cuyo centro encontramos un lienzo de la Virgen del Perpetuo Socorro flanqueada por dos ángeles.
Capilla de San Antonio de Padua
ornamentado con un retablo neoclásico.
Capilla de San Roque
cotitular del templo y patrón de Burjassot. La imagen es una talla policromada fechada en el siglo XVI enmarcado en un retablo renacentista. El
santo viste el típico vestido de peregrino con las llagas en su pierna y a su lado un perro y un pan.
Capilla del Cristo de la Expiación El altar es del año 1991.
En el Altar Mayor se alza la
Virgen de la Cabeza en el interior de una hornacina situada en un retablo renacentista. La imagen
de la Virgen es del siglo XVI y es copia de la misma que se venera en Andujar y como ya hemos apuntado fue un regalo de San Juan de
Ribera a la ermita en 1605.
La escultura se levanta sobre nubes flanqueada por dos ángeles. En la mano derecha sostiene un cetro, mientras que en la izquierda sostiene al
Niño Jesús que lleva un globo terráqueo. La Virgen está coronada. En el tímpano que forma el arco del retablo, encontramos un bajorrelieve
con una representación de la aparición de la Virgen sobre un fondo de la ciudad de Burjassot. En el ático encontramos el anagrama de la
Virgen María.
Flanquean el Retablo Mayor un total de cuatro hornacinas excavadas en el muro, las dos superiores con unos jarrones de cerámica, mientras que los
inferiores sendas esculturas de Santa Ana con la Virgen Niña y San José con el Niño Jesús.
En el arco de triunfo de la nave central
de acceso al presbiterio, encontramos un óleo pintado sobre el muro representado a San Roque. En la misma vemos al santo vestido de
peregrino, mientras un ángel cura sus llagas, Le flanquean dos figuras alegóricas una portando una cruz y un cáliz y que representa a la Fe, mientras
que la otra figura representa a la Caridad con dos niños en su regazo.
Junto a la ermita podemos encontrar diversos elementos construidos con posterioridad pero adscritos al patio de los silos.
Así el pozo que encontramos a la puerta de la
ermita está fechado en 1795, los silos de grano fueron construidos entre 1573 y el siglo XVIII, además encontramos un almacén y dos
pabellones porticados, uno a cada lado de la ermita y que son conocidos como los "embarronats". El acceso a los silos se realiza a través
de una rampa para carros y animales que desemboca en un aco protegido por un tejado.
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