A medio camino entre Beniferri y Benimàmet se alza esta alquería construida en el siglo XVIII como lugar de descanso de
canónigos y beneficiados de la Catedral. Se construyó en época del arzobispo de Valencia
Andrés Mayoral Alonso de Mella (arzobispo entre 1738 y 1769).
Básicamente se trata de un edificio de dos alturas, aunque en alguna de sus alas podemos encontrar tres. Traspasada la puerta
encontrábamos un vestíbulo y una escalera que subía el piso superior. En la planta baja se encontraba la cocina y los establos. Por su
parte posterior tenía una entrada para carruajes.
En el piso superior se encontraban las habitaciones y una gran sala de estar con pinturas decoradas al fresco. El pavimento era
de barro cocido. También se podía encontrar una capilla con retablo y altar.
Tiene en una de sus alas una terraza porticada formada por arcos de medio punto rebajados, realizados en ladrillos, así como las
columnas sobre los que se sustentan. Otra terraza, esta descubierta a los pies de la torre.
Torre miramar almenada a la que se accede por una escalera de caracol. Por la parte
trasera disponía de un pequeño jardín, con algunas especies exóticas traídas por misioneros que pasaban épocas de descanso en
este lugar.
Su origen parece ser una alquería musulmana anterior de la que no se conserva ni su memoria.
En 1939 constaba como su propietario don Vicente Ballester Ruiz y en la actualidad
el interior ha quedado desvirtuado ya que durante un tiempo fue usada como discoteca.
Junto a la Alquería del Canonge encontramos una casa en estado de abandono y apuntalada por refuerzos metálicos, conocida como Alquería Monzó o
Casa Monzó. Se trata de una vivienda perteneciente a un antiguo molino conocido como
Molino Bonany
que todavía se conserva aunque sin uso. Este molino era movido por las aguas de la Acequia de Moncada.
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