Dentro del mundo del manierismo, nos muestra otra faceta la Venus Citerea de Jean Massys (Matsys o Metsys),
cuadro al que el inventario de la colección imperial de Praga, de la que procede, se le registraba con el
titulo de Flora. Resulta más adecuada la denominación actual, pues parece representar a Venus, salida
de las aguas, en la isla de Citerea, donde era venerada como Venus Anadiomene.
La diosa esta desnuda y recostada en una terraza adornada por una bella fuente renacentista, desde la que
se domina el campo, una ciudad con sus murallas y su puerto ante la lejanía de mar y montañas. La vista
panoramica, de primordial interes en este cuadro, ha sido identificada con la ciudad de Génova.
Esta figuración es extraordinariamente representativa de la formación y de la mentalidad de su autor. A su
larga estancia en Italia hay que agregar su contacto con los pintores, italianos y franceses, de la escuela
de Fontaineblau, creadores de una manera intelectual y aristocrática, cultivadores del desnudo femenino, en
el que siempre destacan la forma poderosa y el sentimiento galante.
La Venus Citerea constituye un vinculo de enlace entre esos dos manierismos, el romano y el francés,
destacandose claramente hacia el caracter cortesano del segundo.
El cuadro tiene muy gustosos y divertidos pormenores, pintados con apurada delicadeza, como el jarro
de flores, las telas y las joyas o el ave que se posa en la balaustrada. Anotemos las figurillas de un
caballero con una dama que componen una escena amatoria sobre la escalinata y que el pintor sobrepuso en
una ocurrencia de última hora, como puede verse por el modo en que sus cuerpos transparentan la
barandilla que hay detrás.
Especial interés tiene la firma de esta pintura: JOANES MASSIIS ALIAS QVINTIIN PINGEBAT, pues nos
descurbre que Juan Matsys era conocido también por el nombre de Quintín, el de su padre y maestro,
pintor famosisimo. En alguna obra suya (La Verdad, en la colección Mateu de Barcelona) hemos hallado
su firma únicamente con el nombre de Quintín, prescindiendo del Juan que era el verdadero. Sin duda
la agradaba beneficiarse del prestigio paterno.
La Venus Citerea está fechado en 1561, época en que problablemente residía en Italia.
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