Aquiles descubierto por Ulises - Rubens

TÍTULO Aquiles descubierto por Ulises (c. 1617-1618)
TÉCNICA Óleo sobre lienzo 246 x 267 cm
AUTORES Peter Paul Rubens (1577-1640) y Anton van Dyck (1599-1641)
Pintura Flamenca (Siglo XVII)

Este lienzo es un ejemplo de colaboración entre un pintor ya consagrado y su joven discípulo. Ambos llegaron a ser los máximos representantes de la pintura flamenca del siglo XVII. Fue ofrecido por Rubens a sir Dudley Carletton, embajador de Inglaterra en La Haya como "una obra hecha por el mejor de mis discípulos y enteramente retocada por mi mano". El discípulo, Van Dyck, era un muchacho de 19 años que ejecutó la obra con las instrucciones, los bocetos y siguiendo fielmente el estilo del maestro. La operación no llegó a buen fin porque el coleccionista inglés prefirió un original realizado enteramente por el maestro.

El episodio narrado en esta obra alude a un pasaje de la Guerra de Troya. La leyenda de Aquiles es una de las más antiguas de la mitología griega. Su relato es conocido por el célebre poema épico de Homero La Ilíada. Aquiles fue hijo de un mortal, Peleo, y una diosa, Tetis. Queriendo protegerlo de males futuros, su madre lo sumergió en la Laguna Estigia, para que sus aguas lo hicieran invulnerable, sujeto por el talón, con lo que éste quedó sin protección. Al comienzo de la campaña militar, cuando los griegos se disponían a marchar hacia Asia Menor, Tetis decidió esconderlo en la corte del rey Licomedes, en la isla de Skyros, para luchar así contra el oráculo que había vaticinado la muerte del héroe frente a Troya.

Aquiles permaneció disfrazado de mujer entre el séquito de las hijas del rey. Tuvo un romance secreto con una de ellas, Deidamia, del que nació su hijo Neoptólemo. Ulises, que era consciente de que sin la presencia de Aquiles no podría tomarse Troya, salió en su búsqueda. Llegó a la corte de Licomedes con un compañero, disfrazado de mercader ambulante. En presencia de las damas desplegó las mercancías, escondiendo algunas armas entre las dedicadas al mundo femenino. Cuando el grupo estaba admirándolas hizo sonar una trompeta, lo que despertó el espíritu guerrero de Aquiles que se delató al empuñar una espada. Después zarpó hacia Troya, cosechó fama y gloria, pero también se enfrentó a su destino, ya que una flecha le hirió mortalmente en el talón, cumpliéndose así el oráculo.

La escena de este lienzo se desarrolla en el interior del palacio, cuya arquitectura acoge a las figuras en un escenario en perspectiva, con un fondo de paisaje que contribuye a acentuar la profundidad del conjunto, en el que se advierte el eco la pintura veneciana.

Rubens trajo esta obra cuando viajó a España en 1628 y fue comprada por la hija de Felipe II, Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos. En 1636 estaba en el Alcázar de Madrid e ingresó en el Museo del Prado procedente del Palacio Real.

Rubens nació en 1577 en la ciudad alemana de Siegen. A la muerte de su padre la familia regresó a Amberes, de donde era originaria. Comenzó su aprendizaje con Otto van Veen y a los 23 años marchó a Italia para completar su formación. Allí entró al servicio de Vicenzo Gonzaga, duque de Mantua, por cuyo mandato realizó su primer viaje a España en 1603. Tras regresar a Amberes en 1609, fue nombrado pintor de cámara de los gobernadores de los Países Bajos. Siempre le acompañó el éxito y su taller fue el más importante de Europa, trabajando para las cortes de Inglaterra, Francia y España, país que volvió a visitar en 1628. Murió en la ciudad de Amberes, siendo uno de los pintores más influyentes del siglo XVII.

El Museo del Prado posee relevantes ejemplos de la actividad de Rubens como pintor religioso. Entre ellos sobresalen el Apostolado y el San Jorge y el dragón, todas obras de juventud, así como los modelos para la serie de cartones para tapices dedicada al Triunfo de la Eucaristía, que le encargó la infanta Isabel Clara Eugenia para las Descalzas Reales de Madrid.

Van Dyck, nació en la ciudad de Amberes e inició su formación artística con Henri van Balen, pasando después al taller de Rubens, donde en 1618 trabajaba ya como maestro. Tras una breve estancia en la corte de Jacobo I de Inglaterra, en 1621 viajó a Italia, donde tras recorrer algunas de las principales ciudades se estableció en Génova. En 1627 regresó a Amberes, iniciando un periodo de gran actividad creativa que le proporcionó éxito y prestigio. Fue llamado a Inglaterra en 1632 para trabajar en la corte de Carlos I, donde se convirtió en el artista más relevante del momento. Contrajo matrimonio con la noble dama inglesa María Ruthwen y murió en la capital inglesa a la edad de cuarenta y dos años.

Texto y foto: http://museoprado.mcu.es