Dirk Bouts (h. 1420 -1475)
Pintura flamenca (Siglo XV)
Dimensiones:
panel central: 0,80 x 1,05 cms.
paneles laterales: 0'80 x 0'56 cms. Respectivamente.
Óleo sobre tabla
Son escasos los datos que se conservan acerca de la vida y del quehacer artístico de Dirk
Bouts, considerado hoy en día como el creador y principal representante de la llamada
"Escuela de Lovaina" del siglo XV.
Se sabe que nació en la ciudad holandesa de Haarlem hacia 1420; que, tras una probable
estancia en Bruselas y Brujas (donde estudiaría las obras de Jean van Eyck y de Roger
van der Weyden), se instaló y trabajó en Lovaina (con el tiempo, llegaría a ser nombrado
"pintor oficial" de la ciudad); y que allí contrajo matrimonio, en torno a 1447-1448,
con Catherine van der Bruggen, una joven de familia acomodada, de lo que da evidencia
el curioso apodo de "Catherine la adinerada", con el que fue conocida.
La mayoría de la crítica fija la fecha de realización de esta pintura hacia el año 1455.
Es, pues, una obra de juventud de Bouts, en la que ya se aprecian claramente muchos de los
rasgos esenciales de su estilo definitivo: fría y contenida expresión de los rostros,
sensación de completa quietud, dominio de la luz, sombras suaves, y un especial interés por
la representación de paisajes de gran delicadeza y refinamiento.
Sólo la representación de las figuras -aquí compactas y de canon corto- nos da idea
de lo más notable de la evolución estilística del pintor, quién, con el tiempo, las
iría alargando, dándoles un aspecto mucho más estilizado.
Aunque esta pintura da la impresión de ser un políptico con cuatro tablas, es realmente
un tríptico en el que se ha representado una serie de pasajes relativos a la vida de la
Virgen. Pese a su mayor refinamiento, estos cuadros son tan afines a una "Natividad" del
Museo de Washington de Petrus Christus, pintor flamenco contemporáneo de Bouts, que durante
mucho tiempo se le atribuyeron.
En estos pasajes, María nos resulta fácilmente identificable, no sólo por su evidente papel
protagonista, sino por estar vestida sin distinción con túnica y manto en tonos azules
y ofrecer un rostro más voluminoso que el de los restantes personajes.
En el panel rectangular central del tríptico se incluyen dos escenas, "La Visitación"
y "La Adoración de los Ángeles", separadas por un columna circular pintada que asemeja
ser de mármol rosáceo.
"La Anunciación" (el único episodio ambientado en un bello espacio interior amueblado a la
moda de la época) es representada en la portezuela izquierda. En el ala derecha,
"La Adoración de los Magos" resulta, de un gran interés iconográfico al mostrar al
rey Baltasar con rasgos incipientemente negroides.
Si en todas las escenas resulta patente la preocupación mostrada por Bouts por
la representación del espacio en profundidad y la integración de las figuras en el mismo,
en "La Anunciación" y "La Adoración de los Magos" parece querer enfatizar aún más estos
efectos al mostrar respectivamente el manto de la Virgen y el sombrero de uno de los
magos en un primerísimo plano.
Todos los episodios de estas tablas están encuadrados por arcos pintados de color
de piedra gris y decorados con sucesivos relatos bíblicos que comienzan con "La Creación
de Adán y Eva" y finalizan con "La Pentecostés". En las enjutas de estos arcos vemos
medallones, asimismo representados como tallados en piedra.
Este tipo de composiciones, en las que las escenas son vistas a través de marcos
arquitectónicos fingidos, encuentran su precedente más inmediato en Roger van der Weyden,
evidenciando así, esencialmente en lo que afecta a los esquemas compositivos, la deuda
contraída por Bouts con el gran maestro de Bruselas.
De origen desconocido, el tríptico perteneció a la colección de Felipe II, quien lo envió
a El Escorial en 1584 donde figuraba como anónimo. Más tarde, como vimos, se le adjudicó
a Petrus Christus y posteriormente a Bouts. Ingresó en el Museo del Prado el 15 de marzo
de 1839.
Texto y foto: http://museoprado.mcu.es
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